3ª y 4ª edad: la necesidad de viviendas adaptables

Arquitectura interior inclusiva para sociedades que envejecen

En el Reino Unido, el 51% de los mayores de 75 años viven solos y carecen de acompañamiento en el ejercicio de sus tareas diarias. Existe una tendencia similar en todo el continente europeo.

En los países occidentales, la baja natalidad y el aumento de la esperanza de vida están cambiando drásticamente la pirámide demográfica, alterando la evolución del mercado de la vivienda. Solemos cambiar de vivienda conforme se modifica nuestro contexto vital y familiar.

Se estima que los mayores de 60 años aumentarán en más de un 22% de aquí a 2050 y que un 10% de la población occidental será ya mayor de 80 años en esa fecha, llegando a representar los gastos de dependencia hasta un 3,6% del PIB. La esperanza de vida no deja de aumentar y esto es causa de que no solo se hable de tercera edad sino también de cuarta edad, dos etapas de la vida con necesidades habitacionales significativamente distintas de las de las anteriores.

Los denominados "seniors", es decir, los mayores de 60 años, priorizan una vivienda con prestaciones diferentes a las buscadas por una pareja joven con hijos. Sus necesidades vitales han cambiado y son conscientes de que tendrán otras distintas en un futuro próximo, como resultado de un inevitable envejecimiento.

Una arquitectura interior que se anticipa a las necesidades de una población que envejece debe pues incluir en su delineamiento ciertas consideraciones básicas.

Ejemplos

Reconfiguración fácil de las estancias:

Una vivienda siempre adaptada. Diseñar interiores contando con particiones ligeras, tabiques móviles de madera o cristal, que articulan y flexibilizan las estancias según se necesita y como se necesita, puede evitar mudanzas según avanzamos en nuestro curso vital. Disponer de todo el espacio a diario, y tener a la vez la posibilidad de reconfigurarlo sin obras para crear nuevas habitaciones cuando vienen los hijos de visita o, más adelante, para alojar a un cuidador, es una gran ventaja. Los sistemas correderos KLEIN, ofrecen la flexibilidad de reconvertir los espacios mediante un solo movimiento, según las necesidades del momento, sin tener que realizar grandes reformas. Porque recordemos: no son los usuarios quienes deben adaptarse a los hogares, sino los hogares a los usuarios.

Más que puertas: luz de paso a medida, sin barreras y sin pérdida del espacio de barrido

Las conexiones amplias y abiertas facilitan la circulación. Las puertas correderas simples, enfrentadas o, incluso telescópicas, permiten configurar luces de paso a medida, y disfrutar del ancho necesario para circular con comodidad, ya sea con bastón, muletas o silla de ruedas. Los sistemas KLEIN están libres de guías en el suelo: sin barreras arquitectónicas, disminuye el riesgo de tropezar. Además, presentan la gran ventaja de no necesitar espacio de barrido, aumentando los metros disponibles.

Luz natural: cuanta más, mejor.

Combinar la entrada de luz natural y la luz artificial suave facilita la visión y aumenta la sensación de confort. La instalación de puertas y frentes acristalados facilita la difusión de la luz natural incluso en las zonas más interiores de la vivienda.

**Consejo: **Une en la misma partición madera y cristal a través de las aplicaciones frame. Conseguirás mayor confort visual y táctil y el usuario percibirá mayor bienestar.

Fácil apertura/cierre de puertas

El esfuerzo de apertura de los sistemas correderos KLEIN es siempre inferior al 1% del peso total de las puertas. Significa que si la puerta pesa 100 kg, el esfuerzo requerido para deslizarla será, como máximo, de 1 kg, un esfuerzo muy asumible incluso para un usuario mayor o con movilidad reducida. Además, el Klein Soft Closing System que llevan incorporado garantiza una detención suave y controlada, evitando golpes y rebotes.

El cuarto de baño: accesibilidad prioritaria

Más del 50% de la población de edad avanzada sufre algún tipo de incontinencia urinaria, por lo que resulta indispensable facilitar el acceso al cuarto de baño. En un contexto de vulnerabilidad del usuario, los detalles resultan particularmente importantes. ¿Sabes por qué hay que tener en cuenta el material del tirador de la puerta? Si es de acero, el contraste entre la temperatura ambiente y el metal frío puede estimular la incontinencia. Para resolver este problema, los tiradores de madera como el **tirador *NATURE*** son perfectos para adaptarse a la temperatura corporal y no crear contrastes al contacto con la piel.

Casos de estudio

Carpintería interior de gran formato

Hablemos de carpintería de madera interior y, más concretamente, de puertas, elemento fundamental en la división tradicional de espacios interiores.